Dicen que los Apus encargaron a Cajamarcorco
velar por la seguridad del valle de Cajamarca y que avergonzado por no haber
cumplido su misión, cuando ingresaron los españoles por la Chicuana para
provocar la caída del imperio inca, recogió su masa pétrea y se redujo,
quedando lo que ahora se puede observar como un pequeño cerro a un costado del
río Mashcón.
Dicen también que este cerro, a 8 kilómetros
de Cajamarca, esta maldito. Dicen que en este cerro, en la cara que mira al
río, hay una cueva donde viven los demonios, por donde sale el diablo a
encontrarse con las personas que van a compactarse. Me cuentan, que en la cima
del cerro hay una ciudad preinca y que los huaqueros suben los 23 de junio a
buscar tesoros antiguos.
En la otra cara del Cajamarcorco se encuentra el fundo “El Molino de la Hualanga” y es aquí donde vive
el pintor Pepe Chávez, quien junto a Miguel Barboza, me cuentan de estos y de
sus propios demonios. Al llegar a su casa, sus perros nos salen a recibir, no
se siente ningún espíritu malero, al contrario, se respira paz e inspiración. Los
ambientes de la casa son amplios y las paredes están adornadas con cuadros de
“mi Teresita”, como él llama a su tía Teresa Tejada, alumna del pintor Adolfo
Winternitz, de quien aprendió a pintar.
En el
segundo piso se encuentra su atelier, sobre un pequeño panel están las fotos de
sus seres más queridos, sobre una mesa varias decenas de sus pinturas, sobre la
otra, sus colores, sus tizas, sus pasteles, las que utiliza para dar forma a su
mundo cálido, ese de paisajes naranjas, rojos, amarillos donde los sujetos son principalmente
mamachas cajamarquinas.
Pepe Chavez,
tiene 49 años y no siempre fue pintor, hubo una época nos confiesa, donde sus
demonios lo controlaban “tuve una experiencia muy trágica, la pérdida
de un ser muy amado como mi madre… estuve por un mal camino, con unas
depresiones muy fuertes, estuve metido en cosas nada agradables para mi vida y
la mejor terapia que yo encontré fue la pintura”.
“Su
Teresita” fue el ángel que lo rescato de ese submundo. Ella, con el apoyo de
sus hermanas y de su hijo, fueron la mejor terapia psicológica para sobrellevar
ese dolor tan grande y comenzar a desarrollar ese talento escondido que tenía y
que no lo había desarrollado hasta ese momento.
“Fue un cambio notable en mi vida, en mi autoestima,
hice viajes al extranjero y empecé a pintar una nueva propuesta pictórica, la
cual ha tenido mucha aceptación y eso me ha permitido muchísimo mejorar mi
calidad de vida”.
AGUA Y COLOR PARA VIVIR MEJOR
Pepe está
convencido que el arte lo salvo, por eso ahora se dedica a dar talleres
infantiles de pintura, me cuenta que trabaja con niños de la zona urbana de
Cajamarca. Y está convencido que puede cambiar la vida de esos niños, “Si en mí logro eso a los 40 años… imagínate
el cambio que puede hacer en un niño entre 8 a 12 años”.
Presentó su
proyecto “AGUA Y COLOR PARA VIVIR MEJOR” a la minera Yanacocha en agosto del
2013 y gracias a la “Gerencia de Relaciones Interinstitucionales” se hizo
efectivo en octubre del mismo año; los niños son seleccionados por la minera
quien financia su proyecto. Se reúnen en el Instituto Superior de Educación Pública
“Victorino Elorz Goicochea”, la clase dura 2 horas y reúne a 30 niños por
clase. Calcula que ha beneficiado a 1200 niños hasta el día de hoy.
Los demonios se quedaron en la otra cara del Cajamarcorco,
desde esta cara, son “sus ángeles” quienes ahora guían sus pasos y lo han
convencido que el arte mejora, integra, humaniza, despierta la imaginación y la
creatividad de los niños que son el futuro del Perú.
PEPE CHAVEZ TEJADA
Nació en
Cajamarca el 14 de Julio de 1965. Tras la muerte de su madre, Violeta Tejada de
Chávez en el 1998, entra en una profunda depresión que lo marca profundamente.
Es a raíz de esto y animado por su tía, la pintora Teresa Tejada y por sus
hermanas María Gabriela y María Ximena, que empieza con su aventura pictórica,
recibiendo influencia del artista indigenista Camilo Blas.
Pepe Chávez
utiliza la técnica de las tizas pastel y pasteles al óleo, caracterizándose por
sus difuminados y la fuerza cromática. Parte de sus obras se encuentran en
colecciones privadas del Perú, España, Escocia, Estados Unidos, Australia,
Ecuador y Chile, entre otras; asimismo en instituciones públicas y privadas de
su ciudad natal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario